martes, 6 de noviembre de 2007

El Día de Muertos


Nunca me había dado cuenta de que en la ciudad de México y alrededores existen muchos panteones, la verdad es que uno siempre anda circulando cuidándose de los otros conductores que pocas veces nos fijamos en nuestro entorno, claro, a menos que circules por tlalpan después de las 8:00 de la noche, ya que todos se fijan en las mariposas nocturnas que en ese lugar se exhiben, ofreciendo placer. Y pensándolo bien, la mercadotecnia está desperdiciando un espacio publicitario que todo mundo mirara aunque exista poca iluminación.

En día de muertos, los panteones están muy llenos y el tráfico en los alrededores es terrible, pero vale la pena la visita. Muchos autores han escrito acerca de que la tradición del día de muertos esta muriendo y que el Halloween esta ganando cada vez más terreno y adeptos, pero yo creo que quien piensa eso es porque no ha visitado un panteón en día de muertos.

La mayor parte de las tumbas están adornadas con flores y ofrendas que las personas colocan en memoria de sus seres queridos, realmente es un colorido único. Los detractores de esta tradición alegan que los muertos no pueden regresar a oler sus flores ni a disfrutar la comida o la bebida que se coloca en su honor, yo tampoco estoy seguro de eso, pero lo que si creo que la ofrenda es una manera de recordar a las personas que hemos perdido para siempre, es recordar sus gustos y mantener fresca su memoria para que no se pierda en el olvido. Creo que no hay nada más triste que morirse y que a nadie le importe, eso significaría un desperdicio de vida, no importa que tantos logros materiales hayas obtenido, porque tu ropa será donada, tu casa y negocio serán vendidos y tus objetos personales mas apreciados terminaran almacenados en una caja, hasta que alguien se compadezca y los aviente a la basura porque estorban. El amor es lo único que perdura.

La ofrenda en nuestra tradición mexicana es un tributo de amor hacia nuestros seres queridos y también es una autentica fiesta en los panteones. La música de mariachi, de banda y tríos se dan cita para amenizar la tarde con canciones y melodías que nunca pasaran de moda, por eso algunos la describen como una celebración a la muerte, no creo que sea una celebración a la muerte en si misma. Para poder apreciar y entender esto mejor, se necesitan tres requisitos: ser mexicano, haber perdido a un ser muy querido y provenir de una familia con tradiciones.

Esta visita al panteón también es un pretexto para convivir con la familia, aunque no todo es armonía y paz, y me refiero a la hora de la salida. Si la llegada es complicada por tantos autos, comercios y gente, la salida puede convertirse en una verdadera misión imposible. Curiosamente es como si todo mundo se pusiera de acuerdo para la retirada, pero del estacionamiento solo puede salir un auto a la vez, esto si los autos de afuera lo permiten ya que su misión es no dejar pasar ninguno, esto solo lo sabe el del auto de enfrente, los demás piensan que el de adelante estorba y así tenemos un concierto de 300 bocinas sonando al mismo tiempo, como si con eso el auto de enfrente desapareciera y además por si esto no es suficiente, nunca faltan los listos, esos que piensan que los que están formados en las filas son unos imbéciles y como ellos son más hombres que todos los demás pueden romper todas las reglas y tratar de meterse adelante, o en sentido contrario. Esto irrita a muchos de los que tonta y civilizadamente nos formamos, así es que eso no puede terminar más que en una batalla campal a golpes, como en las cantinas donde todos se dan contra todos, los puños se asoman en medio de nubes de polvo y suenan las palabras altisonantes como música de fondo. Una señora embarazada que estaba del lado de los que se meten en las filas saco lo mejor de su repertorio de insultos ya que pensó que su hinchado vientre le daba impunidad diplomática para ofender a discreción, pero no fue así, otras señoras del bando de los tontos que se forman le dieron un paseo por el suelo mientras la sujetaban firmemente por los cabellos y le quitaron la impunidad a golpes e insultos. ¡Que bravas son las mujeres! Lo bueno que son el sexo débil porque si no…

Me gustaría que esta historia tuviera moraleja, pero no la tiene, siempre habrá alguien que cree que eso de las filas es para tontos, aunque también siempre habrá alguien que no este dispuesto a soportar a los que se meten.

Esto me recuerda a tres grandes hombres que a lo largo de la historia de la humanidad, con su gran sabiduría nos enseñaron como mantener la paz.
El primero de ellos fue Jesús, cuando dijo: “Si recibes un golpe en una mejilla, pon la otra”
Muchos años después Isaac Newton vino al mundo y dijo en la tercera ley: “A toda acción corresponde una reacción de la misma intensidad, pero en sentido contrario”.
Y por último Don Benito Juárez también mencionó: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.
Desafortunadamente muchos no han entendido nada.

REFLEXION:

Meterte en una fila puede ser tu boleto al Panteón y lo triste no es ir al panteón sino quedarse.